martes, 6 de enero de 2015

LA JOYERÍA

Ya en el Paleolítico el hombre se cubría con pieles, objetos naturales o animales para reafirmar su imagen o personalidad.
Las piedras rapidamente fueron usadas como herramientas o armas, pero de la misma manera, eligió algunas a las cuales les dió otro sentido, como talismanes o adornos.
¿Cuáles eran esas joyas? Huesos de animales, colmillos, conchas, caracoles... elementos que estaban a su alcance de manera sencilla, pero poco a poco fué buscando objetos que fuesen más raros, que le diferenciasen más de los demás.
A lo largo de la historia de la humanidad son multitud de culturas las que han centrado su interés en las joyas. Una de las más conocidas es la egipcia cuya pasión por la ornamentación nos ha llegado hoy en día en forma de asombrosos collares o reliquias funerarias.




La Grecia y Roma antiguos son dos culturas también conocidas por su amor a la joyería. En ellas el oro y la plata adquirieron mayor importancia y de sencillos diseños iniciales, llegaron al lujo y gran belleza y complejidad.
  




Al otro lado del charco, en la cultura precolombina las gemas tuvieron su esplendor, esmeraldas, amatistas...fueron usadas para sus bellas creaciones de las cuales hoy tenemos varios ejemplos.
 



En la Edad Media fue prohibido el uso de las joyas (obviamente se presupone que a los reyes y gobernantes de la época seguro que no) hecho éste que retraso el desarrollo en la joyería de la época.
La joya pasó en aquel momento a ser símbolo de poder y autoridad.

 


El Reacimiento fue un momento de esplendor en muchos aspectos y cómo no también en el ámbito de la joyería, así pues ésta se volvió colorida, esplendida, y daba a las prendas de vestir un diseño diferente. Y no solo se realizaban joyas para vestir, sino joyas puramente decorativo como apreciamos en la segunda fotografía.





En siglos posteriores, hasta el siglo XIX, la joyería se llevó a campos tan diversos como relojes, tabaqueras o sellos realizados con piedras preciosas.





Lo que tienen todas estas épocas en común es que las joyas eran algo usualmente al alcance solo de unos pocos, hecho que hoy en día ha cambiado. Los materiales suelen ser los mismos, aunque la tecnología nos ha hecho capaces de alcanzar diseños más complejos y más asequibles para todo el mundo.
Lo que resulta llamativo es que actualmente observamos el pasado, nos fijamos en él y lo usamos como peldaño sobre el que apoyarnos en nuestras nuevas ideas, aprendemos del pasado para mejorar nuestro presente.






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