Realizar actividades de este tipo puede ser, desde una solución perfecta a una tarde aburrida, en la que tu hijo, sobrino, hermano... no se despega de la play o la tele y empieza a tener la cara cuadrada y a tí no se te ocurre nada especial y hace demasiado frío para salir a la calle, o una posibilidad de desarrollar habilidades que el día de mañana le vendrán genial (motricidad, atención, creatividad, capacidad de concentración...)
¿Pero qué tipo de joyitas puedo hacer? yo te doy algunas ideas:
Dependiendo de la edad, podrás elegir entre unas u otras.
- Una simple ristra de cuentas (si es muy pequeño y siempre que estas sean grandes para que no se las pueda tragar si se las lleva a la boca). Esta actividad la puedes hacer más complicada si le pides que siga una secuencia de colores o formas o tamaño, esto vendrá muy bien para su capacidad de concentración, atención y discriminación. Y si esto ya no es suficiente, a ver quién hila más cuentas y antes...
La actividad en sí de hila cuentas mejora sustancialmente la motricidad fina en los niños.
- Vamos a complicarlo más. Haz tu mismo las cuentas. Existe una pasta maravillosa que se llama "pasta de sal" que puedes realizar en casa con ingredientes que seguro andan por tu cocina. Harina, agua y sal. Para empezar a hacer la pasta, deberás mezclar las 3 partes de harina y 1 parte de sal con una cuchara en un recipiente amplio. Haz movimientos envolventes y ve añadiendo poco a poco el agua fría.
Continúa mezclando hasta que la pasta no se pegue en las paredes del recipiente. Pon un poco de harina encima de la tabla de madera, después coge la masa del recipiente y colócala encima para empezar a trabajarla.
Amasa la pasta durante 10 minutos hasta que la masa se vuelva suave, elástica y tibia al tacto.
Coloca la masa dentro de una bolsa de plástico durante 1 hora para que acabe de coger la consistencia adecuada.
Pasado el tiempo, retira la masa de la bolsa de plástico y ya tendrás tu pasta de sal lista para ser moldeada, troceada y recortada para la manualidad que quieras. Recuerda que una vez terminada la figura debes hornearla para que endurezca y puedas pintarla
Cuando hayas hecho todo esto, puedes pintarla de los colores que tu quieras y crear así tu propia joya personalizada.
Esta actividad te habrá hecho pasar un momento genial con tu niño.
- Si ya eres un experto o algo más mayor...vamos a probar a hacer algo diferente. Un corcho de una botella, (como en la "Colección Corchitos") será nuestro protagonista.
Busca una sierra de mano o un cuchillo de cocina (ahí es donde el adulto debe observar las medidas de seguridad) y habiendo sujetado bien el corcho (ya sea con una presa, o con algún elemento que lo sujete bien, cuidando siempre los deditos por favor) cortamos el corcho en rebanadas. Cuando esto esté hecho, a cada rebanada le haremos dos agujeros en cada extremo para despues poder pasarle una arandela a cada agujero. Finalmente unimos las arandelas de una y otra rebanada y nos quedará un collar de corchitos.
Existen muchas más opciones, y la imaginación es libre, así que ánimo y espero que algún día me enseñéis vuestras creaciones y sobre todo, que os lo paséis bien realizándolas.
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